ARGUMENTO

En una fría noche de invierno una joven llamada Eva Laurent encuentra en su habitación un extraño colgante que empieza a brillar en la oscuridad. Al principio no le da importáncia, ya que se piensa que es un regalo de su madre, pero poco a poco va a descubrir que aquel extraño objeto va a cambiar su vida por completo.


domingo, 4 de noviembre de 2012

CAPÍTULO 6

Capítulo seiiis :D Este capítulo es un poco más largo que los otros porque se van a desvelar algunas cosas jejeje espero que os guste y comentéis :)

- ¡No me lo puedo creer! ¿Cuando pensabais contármelo?
- No te enfades Eva, si acabamos de empezar a salir y...
- Venga Marcos que nos conocemos, si acabáis de empezar a salir ¿por qué os estabais besando? Seguro que no era la primera vez...
- Era la primera, en serio, tu hermano dice la verdad...
- Aún así me parece muy fuerte que os deje un rato solos y me encuentre con este panorama... ¡La próxima vez vuelvo con vosotros!
- Hay que ver que pesadita te pones... Venga va que no quiero que estemos enfadados, ¿nos perdonas?
- Está bien... Pero que sea la última vez.
- Prometido.
- Voy a hacer la cena, vosotros dos preparad la mesa.
Todavía no me creo lo que he escuchado... ¿Acabamos de empezar a salir? Osea que ahora Marcos es mi novio... Me gusta como suena. Supongo que debo haber sonreído mucho porque "mi novio" me ha mirado, se ha acercado y me ha besado.
- ¿En qué pensabas?
- Lo sabes muy bien.
Durante el rato en que hemos puesto la mesa los dos no hemos parado de tontear y Eva no dejaba de quejarse de que eramos muy empalagosos, aun así seguíamos a lo nuestro.
Para cenar había un plato de puré de calabacín con patatas y una ensalada buenísima. Cuando hemos terminado hemos recogido y preparado mi cama, que está a los pies de la de Eva, nos hemos lavado los dientes y por último nos hemos puesto el pijama. Pasado un tiempo, en el cual los tres hemos estado hablando sobre nosotros, nos hemos ido a dormir.
- Buenas noches Eva.
- Buenas noches Blanca... Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Claro, dispara.
- Vuestros padres... ¿Dónde están?
- No lo se... Desaparecieron cuando tenía unos cinco años.
- ¿Desaparecieron?
- Sí, bueno, verás... Por mucho que parezca increíble toda la gente de esta aldea antes vivíamos en una ciudad llena de bloques muy altos, tiendas de ropa, bares... Pero un día estalló una guerra. La gente corría por todas partes intentando escapar, pero muchos murieron en el intento... Unos cuantos de nosotros nos refugiamos en una casa en ruinas y un hombre encontró un amuleto muy extraño. Ese amuleto fué el que nos trajo aquí, con la
desgracia de que por el portal que formó solo pasaban personas, no objetos. Un tiempo después nos empezaron a salir estas orejas y días después nos dimos cuenta que servían para poder escuchar al bosque.
- ¿Escuchar al bosque?
- Sí, si estás atenta te darás cuenta que los árboles y las plantas de aquí hablan y se comunican contigo.
- Parece un cuento...
- Sí, un cuento con un final no muy feliz. Al descubrir lo seguro que era esto, un grupo de padres decidieron volver para rescatar a más gente y, para poder regresar, se llevaron el amuleto. Después de eso, jamás regresaron...
- Y como vosotros no teníais la "llave" para ir a buscarlos, os quedasteis aquí atrapados.
- Exacto...
- Yo... lo siento mucho...
- No te preocupes, por suerte tuve a Marcos a mi lado cuidando de mí.
- Sí, fuiste muy afortunada en eso. He pensado y... ¿puede que ese amuleto sea mi collar?
- ¿Qué? No... Bueno... No se... Es que...
En ese momento la puerta de la habitación se abre.
- Oye, es imposible dormir con dos cotorras como vosotras al lado. - Pone cara de burla.
- ¡No entres aquí sin llamar a la puerta! - Eva le tira la almohada pero Marcos es rápido y la coge al vuelo.
- Venga va a dormir que mañana estaréis muertas de sueño. - Le devuelve la almohada. - Buenas noches princesas.
Le damos las buenas noches y nos ponemos a dormir.


- Eva... Eva...
¿Qué es esa voz? ¿Quien me llama? ¿Estoy soñando?
- ¡Rápido! ¡Traed el carro de paradas! ¡La perdemos!
¡Como? ¡¿Quién se pierde? ¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO!?


Noto un pequeño cosquilleo en la cara. Abro los ojos y me encuentro a Byron lamiendome la nariz. ¿Como ha entrado? Se supone que la puerta estaba cerrada... No, al parecer Blanca ya se ha despertado y la ha dejado abierta. Me levanto y corro la hoja que hace de cortina. Un rayo de sol invade la habitación. Después hago las dos camas y salgo de la habitación. Me dirijo al baño pero lo que veo me impide continuar. Es Marcos pero... ¡Está abrazando a una chica! Sin pensarmelo dos veces me dirijo a los dos con el propósito de saber qué está pasando.
- ¿Se puede saber quien es ella y por qué te está abrazando?
- Así que ya te has despertado, buenos días.- Me sonríe.
- ¿Buenos días? ¿El despertarme y verte abrazado a otra son buenos días?
- ¿No te estarás poniendo celosa?
- ¿Qué? ¡No!
Miento, estoy muy celosa, y mas al ver que la chica a la que estaba abrazado es alta, de ojos azules, con un pelo medio castaño medio rubio recogido en una preciosa y larga trenza y mucho mas guapa que yo.
- No tienes de que preocuparte, sabes que solo tengo ojos para ti. - Me sonrojo. - Ella es solo una amiga que, además, está casada.
- ¿Casada?
- Sí, perdona que no me haya presentado, me llamo Sarai y soy amiga de Marcos y Blanca desde hace mucho tiempo.
- Yo soy Eva, perdona por todo lo que ha pasado me he puesto nerviosa...
- No te preocupes, a mi me hubiera pasado lo mismo si otra estubiera abrazando a mi novio. - Las dos sonreímos.
- Eva, ¿por qué no te vistes y te vienes con nosotros? Ibamos a ir al mercado.
- Vale, esperarme un momento que me vista.
- No tardes que te conozco.
Marcos se acerca y me besa. De repente algo se mueve dentro del bolsillo de mi pijama . Al principio me asusto un poco, pero entonces Byron asoma la cabeza y sube por el brazo de mi chico.
- ¿Así que te habías escondido ahí? Tu dueño tendría que controlarte un poco más.
- ¿Qué insinuas? Anda ves a cambiarte que al final no salimos.
Después de cinco minutos ya he terminado de arreglarme y los tres salimos por la puerta. Por el camino me he comprado unas manzanas para desayunar y debo admitir que estaban deliciosas. Sarai me ha estado explicando como fue su boda y porqué se casó tan pronto, al parecer en este sitio a los quince años las chicas tenemos que buscarnos un marido para que nos cuide. Después de media hora caminando y comprando cosas para comer decidimos volver a casa.
- ¿Qué te parece el mercado? ¿A que es enorme? Yo conocí a mi marido aquí.
- ¿En serio? Vaya, lo vuestro ya era cosa del destino porque encontrar a alguien aquí es como buscar una aguja en un pajar.
Mientras Marcos y Sarai siguen hablando a mi me parece escuchar la voz de alguien muy familiar. Me giro y veo a mi padre hablando con una mujer que vende naranjas. Sin poder evitarlo salgo corriendo hacia él y empiezo a gritar y a llamarle.
- ¡Papá! ¡Papá espera! ¡Papá!
Parece que me ha escuchado porque me ha mirado y se ha ido corriendo. Yo le persigo pero entonces tropiezo con algo y caigo al suelo.
- Meaw...
¿Un gato? Me inclino un poco y veo a un pequeño gato de color negro con las patitas y el pecho blanco.
- Perdona gatito, ¿estás bien? - Lo agarro y lo pongo en mi regazo.
- No te preocupes, no creo que se haya echo daño. - Un chico alto de pelo castaño y un poco largo me ayuda a levantarme. - ¿Tu estás bien?
- Sí, gracias. ¿Eres el dueño del gato?
- Gata, sí, soy su dueño, la estaba buscando siempre desaparece.
- Lo siento no quería pisarla...
- No te preocupes, la culpa es suya por parase aquí en medio. ¿Como te llamas?
- Soy Eva.
- Encantado, yo soy Rubén y esta pequeña fiera es Raspberry. ¿Has venido sola al mercado?
- No... venía con mi novio y una amiga suya pero me he despistado y los he perdido...
- ¡Eva! ¡Eva!
- ¡Es la voz de Marcos! - Rubén se aparta y veo como él y Sarai vienen corriendo.
- ¿Donde estabas? Me tenias preocupado...
- Lo siento esque...
- ¿Así que tu eras la novia de Marcos? Vaya, creo que eres demasidao para él.
- ¡No seas malo con él!
- Perdona cariño, pero sabes que es verdad.
- ¿Cariño? - No me digas que él es...
- Veo que ya has conocido a mi marido y a nuestra gatita.
- Sí, sin querer me he tropezado con ella.
- Ya te he dicho que no pasa nada mujer, ¿por qué no os venís a casa y hablamos?
- A mi me parece bien, y de paso me explicas porque te has despistado.
Es verdad, casi lo olvido, papá estaba comprando naranjas a una mujer pero... ¿qué hace aquí? ¿Y si ha sido mi imaginación? No, estoy segura de que era él.



2 comentarios:

  1. Me encanta! *__*
    No tengo palabras para describir lo chulo que está
    Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Graciiaas <3
      Yo estoy deseando que cuelgues ya el tuyo que tengo intriga XDD
      Besooos!!

      Eliminar